Los paradigmas imperantes en la primera mitad del siglo XX en psicología, que eran la psicodinámica nacida con Sigmund Freud y el conductismo defendido por B. F. Skinner, sostenían la idea de que el fundamento del afecto entre las madres y sus hijos e hijas de corta edad es la alimentación y, más concretamente, la lactancia. A su modo, cada una de estas dos corrientes psicológicas tan distintas entre sí en la mayoría de sus planteamientos proponían la misma idea: que bebés y madres empezaban a involucrarse en conductas afectivas gracias a la necesidad de los primeros de ser alimentados y cuidados. Justo después del nacimiento, el principal papel de las madres consistía en proveer de alimento a su descendencia.
Sin embargo, los psicólogos John Bowlby y, más adelante, Harry Harlow, asestaron un duro golpe contra esta teoría. Es gracias a ellos que hoy sabemos que el afecto en su sentido más puro y literal es una necesidad fundamental de los niños y niñas. En concreto, el experimento con monos de Harry Harlow sobre la privación materna es un ejemplo de esto.
El precedente: Bowlby y la teoría del apego
John Bowlby realizó una serie de investigaciones registradas en lo que se conoce como teoría del apego. Esta es un marco de debate en el que se exploran los fenómenos psicológicos que están detrás de nuestra manera de establecer lazos afectivos con otros seres, y en él tiene una especial importancia la manera en la que los padres y madres se relacionan con sus bebés durante los primeros meses de vida del bebe.
A través de varios estudios, Bowlby llego a la conclusión que el hecho de que cada bebé disponga de manera regular del cariño materno es una de las necesidades más importantes para su correcto crecimiento.
En parte, esto se basaba en sus creencias, Bowlby adoptó un enfoque evolucionista, y defendía la idea de que tanto en las madres como en los recién nacidos se expresan unos genes especialmente seleccionados para hacer que ambos formen un fuerte vínculo emocional. Es decir, creía que el establecimiento del apego maternal estaba programado genéticamente, como que ya estaba destinado que el bebe iba a querer a la mama y viceversa. Además, sostuvo que el vínculo más fuerte que toda persona puede llegar a establecer es el que se basa en la relación que tuvo con su madre durante los primeros años de vida.
Bowlby también se apoyó en datos empíricos, de creencias y experiencias. En este sentido, encontró algunos datos que autorizaban aun mas su teoría. Por ejemplo, a través de una investigación encargada por la Organización Mundial de la Salud acerca de los niños y niñas separados de sus familias a causa de la Segunda Guerra Mundial, encontró indicios significativos de que los jóvenes que habían experimentado privación materna por vivir en orfanatos tendían a presentar retraso intelectual en su vida y problemas para gestionar exitosamente tanto sus emociones como las situaciones en las que debían relacionarse con otras personas.
En una investigación similar, observó que entre los niños que habían estado recluidos durante varios meses en un sanatorio para tratar su tuberculosis antes de cumplir los 4 años, tenían una actitud marcadamente pasiva y montaban en cólera con mucha más facilidad que el resto de jóvenes.
A partir de ese punto, Bowlby siguió encontrando datos que reforzaban su teoría. Llegó a la conclusión de que la privación materna tendía a generar en los jóvenes un cuadro clínico caracterizado por el desapego emocional hacia las otras personas. Las personas que no habían podido formar un lazo de apego íntimo con sus madres durante sus primeros años eran incapaces de empatizar con los demás, tenian problemas para socializar, y tendian a aislarse de las personas porque no habían tenido la oportunidad de conectar emocionalmente con alguien durante la etapa en la que habían sido sensibles a este tipo de aprendizaje.
Harry Harlow y el experimento con monos
Fue un psicólogo estadounidense que en los años 60 se propuso estudiar y comprobar en el laboratorio la teoría del apego y de la privación maternal que Bowlby proponía . Para ello, realizó un experimento con monos que bajo los estándares éticos actuales sería irrealizable por la crueldad que involucraba para los animales.
Lo que hizo fue, básicamente, separar a algunas crías de macaco de sus madres y observar de qué manera se expresaba su privación maternal, que tanta falta les hacia sus madres. Pero no se limitó a observar pasivamente, sino que introdujo en esta investigación un elemento con el que sería más fácil saber lo que sentían las crías . Este elemento era el dilema de elegir entre algo parecido al contacto físico relacionado con el afecto y la calidez, o la comida.
Harlow introdujo a las crías dentro de jaulas, este espacio lo debían compartir con dos articulos mas, uno de ellos era una estructura de alambre con un biberón lleno incorporado, y la otra era una figura similar a un mono adulto, forrado con felpa suave para proteger a la cria, pero sin biberón. Ambos objetos, a su manera, simulaban ser una madre, aunque la naturaleza de lo que le podían ofrecer a la cría era muy diferente.
De este modo, Harlow quería poner a prueba no solo las ideas de Bowlby, sino también una hipótesis diferente propuesta por el mismo: la del amor condicional. Según esta última, las crías se relacionan con sus madres básicamente por el alimento que les proporcionan, que objetivamente es el recurso con mayor utilidad a corto plazo desde una óptica racional y "economicista".
El resultado obviamente le dio la razón a Bowlby. Las crías mostraban una clara tendencia a estar aferrados al muñeco de felpa, a pesar de no proporcionar comida. El apego hacia este objeto era mucho más notorio que el que profesaban hacia la estructura con el biberón, lo cual iba a favor de la idea de que es el vínculo íntimo entre madres y crías lo realmente importante, y no el simple alimento, esto quería decir que las crías preferían a sus madres no por la comida si no básicamente por el afecto que estas podían darles a corto, mediano y largo plazo.
De hecho, esta relación se notaba incluso en el modo en el que las crías exploraban el entorno. El muñeco con felpa parecía proporcionar una sensación de seguridad que resultaba determinante para que los pequeños macacos se decidiesen a emprender ciertas tareas por propia iniciativa e incluso se abrazaban con mayor fuerza a este cuando tenían miedo.
El experimento del muñeco de felpa y el biberón era de una moralidad dudosa, pero, Harlow fue más allá al empeorar las condiciones de vida de algunos recluyendo a crías de esta especie animal en espacios cerrados, manteniéndolas aisladas de cualquier tipo de estímulo social o, en general, sensorial.
En estas jaulas de aislamiento solo había un bebedero, un comedero, que era una deconstrucción total del concepto de "madre" según conductistas y freudianos. Además, en este espacio se había incorporado un espejo gracias al cual se podía ver lo que hacía el macaco pero el macaco no podía ver a sus observadores. Algunos de estos monos permanecieron en este aislamiento sensorial durante un mes, mientras que otros se quedaron en su jaula durante varios meses; algunos, hasta un año.
Esto fue motivo de inconformidades ante la sociedad ya que hay investigadores que aseguran que algunos de los monos en cuestión, jamas fueron liberados, eso quiere decir que murieron poco a poco, y que los experimentos duraron casi toda infancia.
anto las investigaciones de John Bowlby como los experimentos de Harry Harlow son muy tenidos en cuenta actualmente, a pesar de que los segundos son, también, un caso de clara tortura hacia animales, y por sus implicaciones éticas han recibido fuertes críticas e inconformidades
Ambas experiencias condujeron a ideas similares: los efectos de la ausencia de interacciones sociales que vayan más allá de las necesidades biológicas más inmediatas y que estén vinculadas a la conducta afectiva durante las primeras etapas de la vida acostumbran a dejar una huella muy seria y difícil de borrar en la vida adulta.
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ResponderBorraryo creo que a todos los seres humanos necesitamos a nuestra mama porque como en algunos estudios que sean hecho los niños o hasta los animales necesitan el calor de la madre es algo natural y necesario porque por eso hay veces que los niños son muy agresivos o estan en la soledad porque les hace falta el cariño de los padres
ResponderBorrarYo creo que este experimiento es muy interesante ya que se realizado en 1927 en la empresa Western Electric Company, ubicada en Chicago, en el barrio de Hawthorne, siendo dirigido nuevamente por Elton Mayo. Duración planificada aproximada de 5 años, siendo suspendido por la crisis económica de 1929
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