jueves, 6 de diciembre de 2018

Consecuencias del Apego Infantil

Para Bowlby en 1969 , un niño que tiene apego a alguien, significa que está dispuesto a buscar la proximidad y el contacto en una figura concreta. Esto sucede en determinadas situaciones, sobre todo cuando está asustado, cansado o enfermo. Dando un paso más allá, lo cierto es que todos necesitamos vínculos de apego, que van cambiando o adaptándose a nuevos roles.

El apego desorganizado se ha relacionado, en su origen, conambientes patológicos y diferentes formas de maltrato infantil, físico o emocional dentro del sistema familiar. En este sentido, las víctimas de actos violentos y maltrato físico pueden tener dificultades para relacionarse con otras personas, simplemente por desconocimiento o falta de un modelo relacional de referencia.

La probabilidad de que la ira que acompaña a estos niños termine incorporándose de alguna manera a su personalidad es muy grande. Esta carga emocional negativa dificulta el control de su propio comportamiento y la regulación de sus propias emociones, aumentando así el riesgo de que ellos también recurran a la violencia.
Los castigos desproporcionados y el maltratado son fuentes de mensajes destructivos para las víctimas, que estas interiorizan a niveles muy profundos por venir de personas de referencia. En consecuencia, producen un gran impacto en áreas críticas del desarrollo infantil, perjudicando su futuro desarrollo social, emocional y cognitivo… mientras arruinan infancias.

1. La distorsión de la imagen de sí mismo y baja autoestima.

Un niño con apego desorganizado puede generar una mala imagen de sí mismo. Puede incluso creer que él es la causa del descontrol de sus padres, lo que le llevará a auto-representarse como una persona mala, inadecuada o peligrosa. En consecuencia, el mundo en general les resulta un lugar inseguro y caótico, donde existen normas y reglas que se escapan a su comprensión: no son capaces de actuar con “acierto”.

2. Mayor tasa de problemas de conducta.

Los tipos de apego inseguro, y especialmente el desorganizado, se encuentran asociados a mayores tasas de conducta antisocial y problemas de conducta. No es raro que reproduzcan el patrón de relación que ven en casa con sus compañeros y cuidadores. Sienten confusión y aprensión respecto a la proximidad con los padres, ya que no tienen claro cómo ni cuándo van a responder a sus necesidades. Además, desconfían de los contactos físicos, particularmente de los adultos.

3. Desarrollo de trastornos de angustia y depresión.

La tristeza, la indiferencia o el enfado son las emociones más comunes en el rostro de estos pequeños. A esta conjugación emocional, además hay que sumarle la falta de motivación, pudiendo llevarles a un estado de ánimo deprimido o a comportamientos autodestructivos en los casos más graves. Otros síntomas, como el miedo, la ansiedad o el estrés postraumático, son la consecuencia natural de vivir en un contexto que les importa, pero que no controlan.

4. Problemas de atención y concentración.

Gracias a numerosos estudios, se sabe que los niños con TDAH presentan un importante déficit en habilidades de autoregulación, es decir que tienen problemas a la hora de control de impulsos, capacidad de calmarse, regulación de los afectos, perseverancia, inhibición, etc.. Lo cierto, y sin salirnos del tema que nos ocupa, es que la relación temprana entre el niño y sus cuidadores primarios condiciona la base para adquirir dichas competencias. Por tanto, los niños con apego tipo D son más vulnerables a presentar problemas en la adquisición de estas habilidades.

5. Muestran mayor alteración del sistema nervioso.

En ocasiones, estos niños no interactúan con sus iguales ni con sus cuidadores. Al no contar con las habilidades y los refuerzos necesarios, no saben cómo responder a los demás ante ciertas situaciones. De hecho, se ha observado que realizan movimientos inacabados o desorientados sin una clara dirección o intención. Muestran inmovilización, golpeteo con las manos o la cabeza y el deseo de escapar de la situación, aun en presencia de sus cuidadores.

Tipos de Apego

La teoría del apego, descifró la necesidad humana de establecer vínculos profundos y duraderos con nuestros coetáneos para así asegurar nuestra supervivencia. Bowlby, explicó las cualidades que un cuidador debía tener para vincularse sanamente con la figura dependiente, a saber:

  • Empatía: esto es, capacidad para ponerse en el lugar del otro y percibir como si se fuera el otro pero con la distancia suficiente como para sentir que el problema es del otro y no de uno.
  • Sensibilidad: entendida ésta como la habilidad para captar incluso las señales menos perceptibles del menor, que subyacen a una necesidad.
  • Disponibilidadpara poder satisfacer sus necesidades de forma adecuada. La presencia o ausencia de estos elementos en el conjunto de interacciones entre el menor y sus cuidadores, son los ingredientes que determinan los modelos operativos internos, es decir, los organizadores intrapsíquicos que determianrán las formas de relaciones futuras  del menor, y por ende, el tipo de apego que tenderá a construir en su relación con los otros


El tipo de apego se desarrolla desde que el bebé nace y lo normal es que se mantenga durante toda la vida. En base a cómo los individuos responden en relación a su figura de apego cuando están ansiosos, los psicólogos Ainsworth, Blewar, Waters y Wall, definieron los patrones más importantes de apego y las condiciones familiares que los promueven:


 ↠Apego seguro↞

Es el apego que debe darse en relaciones funcionales. El niño explora su entorno en presencia de su figura de apego y en su ausencia ese afán decae y siente algún tipo de ansiedad ante la separación. Cuando vuelve a ver a su figura de apego muestra alegría. Siente seguridad ante su cuidador y tiene confianza en que siempre estará disponible y responderá si le pasa algo. Por su parte, esa figura de apego, que pueden ser varias, es sensible a sus necesidades y le muestra cariño, protección y disponibilidad, lo que le ayuda a desarrollar un concepto de sí mismo positivo y confianza.

En la parte interpersonal, las personas con apego seguro tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en la intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismas.


Las personas que han tenido un apego seguro en la infancia suelen interactuar con sus iguales de forma saludable en la edad adulta. No les supone un esfuerzo unirse íntimamente a las personas y no les provoca miedo el abandono. La dependencia es recíproca y no les preocupa estar solos.


↠Apego ansioso ambivalente 

Es un tipo de apego inseguro. Los niños apenas exploran su entorno ni siquiera en presencia de su figura de apego ya que están totalmente pendientes de ésta. La sensación de ansiedad cuando ésta se ausenta es muy alta, cuesta consolarles, pero cuando vuelve a verla se muestran ambivalente: buscan su cercanía pero al acercarse, la rechazan.

Este tipo de apego se da cuando el cuidador principal es inestable, a veces se muestra cariñoso pero tras, insensible, lo que genera inseguridad en el pequeño. Suele desembocar en una dependencia extrema entre ambos.

Los adultos con este tipo de apego sentirán temor a que su pareja no les ame o les desee realmente. Les resulta difícil interaccionar de la manera que les gustaría con las personas, ya que esperan recibir más intimidad o vinculación de la que proporcionan. Así, podemos decir que en la edad adulta este estilo se relaciona con la dependencia emocional.


↠Apego evitativo 


Los niños con un apego de tipo evitativo han asumido que no pueden contar con sus cuidadores, lo cual les provoca sufrimiento. Estos pequeños aprenden a vivir sintiéndose poco queridos y valorados; muchas veces no expresan ni entienden las emociones de los demás y evitan las relaciones de intimidad.

En el apego evitativo en la edad adulta, tal y como ocurre en la infancia, se producen sentimientos de rechazo a la intimidad y de dificultades de relación. Las parejas de estas personas echan en falta más intimidad en la interacción.


↠Apego desorganizado 


Este tipo es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo en que el niño presenta comportamientos contradictorios e inadecuados. Tienen tendencia a las conductas explosivas y a la destrucción de juguetes, así como grandes dificultades para entenderse con sus cuidadores.
Buscan evitar la intimidad pero no han encontrado una forma de gestionar las emociones que esto les provoca, por lo que se genera un desbordamiento emocional de carácter negativo que impide la expresión de las emociones positivas.
Los adultos que han tenido este tipo de apego de pequeños suelen ser personas con alta carga de frustración e ira, no se sienten queridas y parece que rechacen las relaciones, si bien en el fondo son su mayor anhelo.


¿QUE ES EL APEGO?

La etapa de la infancia es maravillosa. sin embargo, conlleva muchos cambios, pues los niños tienen que ir interiorizando en relativamente poco tiempo todo lo que los preparará para la vida adulta.
Este proceso de evolución psicológica no se limita simplemente a aspectos técnicos, como aprender a multiplicar o a construir frases correctas. Un factor necesario para el adecuado desarrollo del niño es el apego.


Lo relativo a los primeros años de vida, se entiende como apego el vínculo emocional y conductual más importante en la primera infancia, además del vínculo afectivo, es decir, el sentimiento que une al niño con una o varias personas del sistema familiar.
El apego se establece durante los tres primeros meses. Da lugar a un modelo interno de relaciones afectivas, esto es, una representación inconsciente que, siendo bastante estable en el primer año, puede modificarse por experiencias posteriores. Los niños se van a fiar o no de ciertas cosas, personas, etc.
También sirve de base para relaciones afectivas, guiando la conducta de otros y la forma de dirigirse hacia ellos.

El apego también es una necesidad universal y primaria. Un pediatra afirma que malcriar a un niño significa criarlo mal, es decir, con poco respeto, pocos mimos, poco cariño, pocos abrazos; es imposible criarlo mal por hacerle mucho caso, por jugar mucho con él, por consolarle mucho cuando llora o por cogerle mucho en brazos.
El niño necesita de un cuidador para llegar a ser alguien, reconocerse como es. Esto permite que el cerebro del bebé se vaya desarrollando tal y como debe, gracias a las dinámicas sociales con las que empieza a trabajar.

Las situaciones adversas al apego dan lugar a mecanismos defensivos, un fallo en la función mentalizadora y reflexiva del cerebro. El buen trato configura su evolución y la correcta funcionalidad del cerebro. Un bebé sin apego se desconecta emocionalmente.

Se considera que los niños tienen apego si son proclives a buscar proximidad con y contacto hacia un cuidador específico en momentos de angustia, enfermedad y cansancio El apego hacia un cuidador protector  ayuda a los lactantes a regular sus emociones negativas en momentos de estrés y angustia y a explorar el medio ambiente, incluso si contiene estímulos un tanto atemorizantes. El apego, una importante piedra angular para el desarrollo en la vida del niño, sigue siendo un tema importante durante toda la vida. En la adultez, las representaciones de apego configuran la forma en que los adultos sienten respecto a las tensiones y angustias de las relaciones íntimas, incluyendo las relaciones padres- hijo, y la forma en que se percibe el yo.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Funciones del apego infantil

1. Buscar y mantener la proximidad
Es muy importante que la madre o cualquier persona de la familia esté cerca del niño para saber lo que siente y ver sus actitudes para saber como proceder, en la mayoría de los casos si están papa y mama al pendiente es mucho mejor. 


2. Resistirse a la separación y protestar si ésta se produce.

El niño, sobre todo si es muy pequeño, necesita de sus padres para que tenga un desarrollo adecuado. En el caso de que se separen, es más probable que el niño desarrolle problemas de conducta o ansiedad.

3. Usar la figura de apego como base de seguridad

Desde esta seguridad es posible empezar a explorar el mundo físico y social. Esta función ayuda a que sus neuronas se conecten adecuadamente y le permite adentrarse en la educación y, sobre todo, que el niño organice las cosas y que tenga una idea clara de las cosas, personas, etc. El niño debe de estar como con la seguridad que el siempre va a contar con sus padres. 

4. Apoyo emocional

En la infancia, el apego permite sentirse seguro buscando en la figura de apego el bienestar y el apoyo emocional.
En la infancia siempre es necesario que los niños tengan como que ese sostén emocional, ellos deben de saber que sus padres los apoyaran, pase lo que pase. 

​El experimento de Harlow y la privación materna: sustituyendo a la madre.


Los paradigmas imperantes en la primera mitad del siglo XX en psicología, que eran la psicodinámica nacida con Sigmund Freud y el conductismo defendido por B. F. Skinner, sostenían la idea de que el fundamento del afecto entre las madres y sus hijos e hijas de corta edad es la alimentación y, más concretamente, la lactancia. A su modo, cada una de estas dos corrientes psicológicas tan distintas entre sí en la mayoría de sus planteamientos proponían la misma idea: que bebés y madres empezaban a involucrarse en conductas afectivas gracias a la necesidad de los primeros de ser alimentados y cuidados. Justo después del nacimiento, el principal papel de las madres consistía en proveer de alimento a su descendencia. 
Sin embargo, los psicólogos John Bowlby y, más adelante, Harry Harlow, asestaron un duro golpe contra esta teoría. Es gracias a ellos que hoy sabemos que el afecto en su sentido más puro y literal es una necesidad fundamental de los niños y niñas. En concreto, el experimento con monos de Harry Harlow sobre la privación materna es un ejemplo de esto.

El precedente: Bowlby y la teoría del apego




John Bowlby realizó una serie de investigaciones registradas en lo que se conoce como teoría del apego. Esta es un marco de debate en el que se exploran los fenómenos psicológicos que están detrás de nuestra manera de establecer lazos afectivos con otros seres, y en él tiene una especial importancia la manera en la que los padres y madres se relacionan con sus bebés durante los primeros meses de vida del bebe. 
A través de varios estudios, Bowlby llego a la conclusión que el hecho de que cada bebé disponga de manera regular del cariño materno es una de las necesidades más importantes para su correcto crecimiento.
En parte, esto se basaba en sus creencias, Bowlby adoptó un enfoque evolucionista, y defendía la idea de que tanto en las madres como en los recién nacidos se expresan unos genes especialmente seleccionados para hacer que ambos formen un fuerte vínculo emocional. Es decir, creía que el establecimiento del apego maternal estaba programado genéticamente, como que ya estaba destinado que el bebe iba a querer a la mama y viceversa. Además, sostuvo que el vínculo más fuerte que toda persona puede llegar a establecer es el que se basa en la relación que tuvo con su madre durante los primeros años de vida.
Bowlby también se apoyó en datos empíricos, de creencias y experiencias. En este sentido, encontró algunos datos que autorizaban aun mas su teoría. Por ejemplo, a través de una investigación encargada por la Organización Mundial de la Salud acerca de los niños y niñas separados de sus familias a causa de la Segunda Guerra Mundial, encontró indicios significativos de que los jóvenes que habían experimentado privación materna por vivir en orfanatos tendían a presentar retraso intelectual en su vida  y problemas para gestionar exitosamente tanto sus emociones como las situaciones en las que debían relacionarse con otras personas.
En una investigación similar, observó que entre los niños que habían estado recluidos durante varios meses en un sanatorio para tratar su tuberculosis antes de cumplir los 4 años, tenían una actitud marcadamente pasiva y montaban en cólera con mucha más facilidad que el resto de jóvenes.
A partir de ese punto, Bowlby siguió encontrando datos que reforzaban su teoría. Llegó a la conclusión de que la privación materna tendía a generar en los jóvenes un cuadro clínico caracterizado por el desapego emocional hacia las otras personas. Las personas que no habían podido formar un lazo de apego íntimo con sus madres durante sus primeros años eran incapaces de empatizar con los demás, tenian problemas para socializar, y tendian a aislarse de las personas porque no habían tenido la oportunidad de conectar emocionalmente con alguien durante la etapa en la que habían sido sensibles a este tipo de aprendizaje.

Harry Harlow y el experimento con monos 

Fue un psicólogo estadounidense que en los años 60 se propuso estudiar y comprobar en el laboratorio la teoría del apego y de la privación maternal que Bowlby proponía . Para ello, realizó un experimento con monos que bajo los estándares éticos actuales sería irrealizable por la crueldad que involucraba para los animales.
Lo que hizo fue, básicamente, separar a algunas crías de macaco de sus madres y observar de qué manera se expresaba su privación maternal, que tanta falta les hacia sus madres. Pero no se limitó a observar pasivamente, sino que introdujo en esta investigación un elemento con el que sería más fácil saber lo que sentían las crías . Este elemento era el dilema de elegir entre algo parecido al contacto físico relacionado con el afecto y la calidez, o la comida.
Harlow introdujo a las crías dentro de jaulas, este espacio lo debían compartir con dos articulos mas, uno de ellos era una estructura de alambre con un biberón lleno incorporado, y la otra era una figura similar a un mono adulto, forrado con felpa suave para proteger a la cria, pero sin biberón. Ambos objetos, a su manera, simulaban ser una madre, aunque la naturaleza de lo que le podían ofrecer a la cría era muy diferente.



De este modo, Harlow quería poner a prueba no solo las ideas de Bowlby, sino también una hipótesis diferente propuesta por el mismo: la del amor condicional. Según esta última, las crías se relacionan con sus madres básicamente por el alimento que les proporcionan, que objetivamente es el recurso con mayor utilidad a corto plazo desde una óptica racional y "economicista".
El resultado obviamente le dio la razón a Bowlby. Las crías mostraban una clara tendencia a estar aferrados al muñeco de felpa, a pesar de no proporcionar comida. El apego hacia este objeto era mucho más notorio que el que profesaban hacia la estructura con el biberón, lo cual iba a favor de la idea de que es el vínculo íntimo entre madres y crías lo realmente importante, y no el simple alimento, esto quería decir que las crías preferían a sus madres no por la comida si no básicamente por el afecto que estas podían darles a corto, mediano y largo plazo. 
De hecho, esta relación se notaba incluso en el modo en el que las crías exploraban el entorno. El muñeco con felpa parecía proporcionar una sensación de seguridad que resultaba determinante para que los pequeños macacos se decidiesen a emprender ciertas tareas por propia iniciativa e incluso se abrazaban con mayor fuerza a este cuando tenían miedo.
El experimento del muñeco de felpa y el biberón era de una moralidad dudosa, pero, Harlow fue más allá al empeorar las condiciones de vida de algunos recluyendo a crías de esta especie animal en espacios cerrados, manteniéndolas aisladas de cualquier tipo de estímulo social o, en general, sensorial. 
En estas jaulas de aislamiento solo había un bebedero, un comedero, que era una deconstrucción total del concepto de "madre" según conductistas y freudianos. Además, en este espacio se había incorporado un espejo gracias al cual se podía ver lo que hacía el macaco pero el macaco no podía ver a sus observadores. Algunos de estos monos permanecieron en este aislamiento sensorial durante un mes, mientras que otros se quedaron en su jaula durante varios meses; algunos, hasta un año.
Esto fue motivo de inconformidades ante la sociedad ya que hay investigadores que aseguran que algunos de los monos en cuestión, jamas fueron liberados, eso quiere decir que murieron poco a poco, y que los experimentos duraron casi toda infancia. 
anto las investigaciones de John Bowlby como los experimentos de Harry Harlow son muy tenidos en cuenta actualmente, a pesar de que los segundos son, también, un caso de clara tortura hacia animales, y por sus implicaciones éticas han recibido fuertes críticas e inconformidades
Ambas experiencias condujeron a ideas similares: los efectos de la ausencia de interacciones sociales que vayan más allá de las necesidades biológicas más inmediatas y que estén vinculadas a la conducta afectiva durante las primeras etapas de la vida acostumbran a dejar una huella muy seria y difícil de borrar en la vida adulta.

Consecuencias del Apego Infantil

Para  Bowlby  en 1969 , un niño que tiene apego a alguien, significa que está dispuesto a buscar la proximidad y el contacto en una figura ...